El colapso demográfico es un fenómeno que se produce cuando la población de un país disminuye debido a una baja tasa de natalidad. Este problema afecta especialmente a los países ricos, donde las mujeres tienen menos hijos que en los países pobres. En este artículo, analizaremos las causas y las consecuencias de este fenómeno, y veremos si hay alguna solución posible.
La paradoja de la fertilidad
La fertilidad es el número promedio de hijos que tiene una mujer a lo largo de su vida. Se considera que una tasa de fertilidad de 2,1 hijos por mujer es el nivel de reemplazo, es decir, el necesario para mantener constante la población de un país. Sin embargo, la mayoría de los países ricos tienen una tasa de fertilidad por debajo de este nivel. Por ejemplo, en 2020, la tasa de fertilidad de España fue de 1,23 hijos por mujer, la de Alemania de 1,54 y la de Japón de 1,36.
Esto puede parecer una paradoja, ya que uno podría pensar que tener más riqueza permitiría a las personas tener más hijos. Sin embargo, hay varios factores que explican por qué ocurre lo contrario.
El costo de oportunidad
Uno de estos factores es el costo de oportunidad. Este concepto se refiere al beneficio que se pierde al elegir una opción en lugar de otra. En el caso de tener hijos, el costo de oportunidad es el dinero que se deja de ganar al dedicar tiempo y recursos a la crianza de los niños.
En los países ricos, los salarios son más altos que en los países pobres, lo que significa que el costo de oportunidad de tener hijos es mayor. Por lo tanto, muchas personas prefieren tener menos hijos y disfrutar de un mayor nivel de vida. Además, en estos países, el acceso a la educación y a la salud es más fácil, lo que reduce la necesidad de tener muchos hijos para asegurar el futuro.
Este efecto es especialmente notable en las mujeres, que históricamente han sido las encargadas de cuidar a los hijos. Con el desarrollo económico, las mujeres han podido acceder al mercado laboral y a la educación, lo que les ha dado más independencia y oportunidades. Esto ha hecho que muchas mujeres retrasen la edad de maternidad y reduzcan el número de hijos que desean tener.
Calidad o cantidad
Otro factor que influye en la paradoja de la fertilidad es la preferencia por la calidad o la cantidad de los hijos. En el pasado, era común que las familias tuvieran muchos hijos, ya que esto les proporcionaba seguridad y apoyo. Sin embargo, con el acceso a los anticonceptivos y la planificación familiar, las parejas pueden decidir cuántos hijos quieren tener y cuándo.
En los países ricos, tener más de dos hijos se considera una familia numerosa, mientras que en los países pobres es lo normal. Esto se debe a que en los países ricos, las parejas prefieren tener pocos hijos y ofrecerles una buena educación y una buena calidad de vida. En cambio, en los países pobres, las parejas tienen más hijos por varias razones: la falta de acceso a los anticonceptivos, la alta mortalidad infantil, la falta de recursos y la presión social o religiosa.
Las consecuencias del colapso demográfico
El colapso demográfico tiene graves consecuencias para los países ricos. Por un lado, implica un envejecimiento de la población, lo que significa que hay más personas mayores que jóvenes. Esto supone un aumento de los gastos en pensiones y en sanidad, y una disminución de los ingresos por impuestos. Además, el envejecimiento de la población reduce la innovación y la productividad, lo que afecta al crecimiento económico.
Por otro lado, el colapso demográfico también implica una pérdida de poder e influencia en el mundo. Los países ricos se ven superados por los países emergentes, que tienen una población más joven y dinámica. Esto puede generar conflictos geopolíticos y sociales, así como una menor cooperación internacional.
¿Hay alguna solución?
Ante este panorama, muchos se preguntan si hay alguna forma de evitar el colapso demográfico en los países ricos. Algunas posibles soluciones son:
• Fomentar la natalidad: Esto se puede hacer mediante políticas públicas que apoyen a las familias, como subsidios, permisos de maternidad y paternidad, guarderías, educación gratuita, etc. También se puede incentivar la conciliación entre la vida laboral y familiar, y promover una cultura más favorable a la maternidad y la paternidad.
• Atraer la inmigración: Esto se puede hacer mediante la apertura de las fronteras y la facilitación de la integración de los inmigrantes. Los inmigrantes pueden aportar mano de obra, diversidad, innovación y dinamismo a los países ricos. Además, pueden ayudar a compensar el déficit demográfico y a rejuvenecer la población.
• Adaptarse al cambio: Esto se puede hacer mediante la transformación de la economía y la sociedad a las nuevas condiciones demográficas. Por ejemplo, se puede aumentar la edad de jubilación, mejorar la educación y la formación, impulsar la digitalización y la automatización, y fomentar la solidaridad intergeneracional.
¿Qué podemos hacer al respecto?
En este viaje a través de la paradoja de la fertilidad y el colapso demográfico, hemos explorado juntos las complejidades y los desafíos que enfrentan los países ricos. Pero, ¿qué podemos hacer como individuos? Aquí hay algunas sugerencias que podrían interesarte:
1.»El costo de la natalidad: economía y demografía en el siglo XXI» de John Bongaarts y François Pelletier. Este libro ofrece una visión profunda de cómo la economía afecta las tasas de natalidad y cómo podemos abordar estos desafíos.
2. «La paradoja de la fertilidad: riqueza y natalidad en el mundo moderno» de Hans-Peter Kohler. Un análisis detallado de la paradoja de la fertilidad y cómo los países ricos pueden abordarla.
3. Curso de Coursera «Demografía y economía: una visión interdisciplinaria». Este curso te proporcionará una comprensión más profunda de los problemas demográficos y económicos que enfrentan los países ricos.
Estos recursos no solo te ayudarán a entender mejor los desafíos que enfrentamos, sino que también te darán las herramientas para ser parte de la solución. Recuerda, cada pequeño paso cuenta en nuestro viaje colectivo hacia un futuro sostenible.