El Génesis es el primer libro de la Biblia, que narra el origen del mundo, de la humanidad y del pueblo de Israel. Su nombre significa “principio” o “nacimiento”, y se compone de 50 capítulos divididos en varias secciones. La primera sección, que abarca los capítulos 1 al 11, se conoce como el Génesis primordial, y relata la creación del mundo por Dios en seis días, el pecado original de Adán y Eva, el diluvio universal, la torre de Babel y la dispersión de las naciones. En este artículo, nos vamos a centrar en el primer capítulo del Génesis, que describe la obra creadora de Dios en detalle.
La creación en seis días
En el principio, Dios creó los cielos y la tierra. La tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas cubrían la faz del abismo, pero el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.
Dios dijo: “Haya luz”, y hubo luz. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó a la luz “día” y a las tinieblas “noche”. Así fue la tarde y la mañana del primer día.
En el segundo día, Dios creó el firmamento para separar las aguas de arriba de las aguas de abajo. Llamó al firmamento “cielo”. Fue la tarde y la mañana del segundo día.
En el tercer día, Dios reunió las aguas bajo el cielo en un solo lugar y apareció la tierra seca. Llamó a la tierra “tierra” y a las aguas “mares”. También hizo brotar la vegetación: hierbas, árboles frutales y plantas. Fue la tarde y la mañana del tercer día.
En el cuarto día, Dios creó el sol, la luna y las estrellas. El sol para gobernar el día, la luna para gobernar la noche y las estrellas para señalar las estaciones. Fue la tarde y la mañana del cuarto día.
En el quinto día, Dios creó los peces del mar y las aves del cielo. Los bendijo y les dijo: “Sed fecundos y multiplicaos”. Fue la tarde y la mañana del quinto día.
En el sexto día, Dios creó los animales terrestres y, finalmente, al hombre y la mujer a su imagen y semejanza. Les dio dominio sobre la tierra y les encomendó cuidarla. Dios vio todo lo que había hecho, y fue muy bueno.
Así, en seis días, Dios completó la creación del mundo. En el séptimo día, descansó y santificó ese día como el día de reposo.
Cómo leer el Génesis con una mirada crítica y creativa
El Génesis es un libro fascinante que nos cuenta el origen del mundo y de la humanidad desde una perspectiva religiosa y poética. Sin embargo, no debemos tomarlo como un relato histórico o científico, sino como una expresión de la fe y la cultura de un pueblo antiguo. El Génesis no pretende explicar cómo creó Dios el mundo, sino qué pasó cuando lo creó. Tampoco debemos interpretarlo de forma literal, sino simbólica y alegórica, buscando el mensaje que nos quiere transmitir. Aquí te damos algunos consejos que te ayudarán a leerlo con una mirada crítica y creativa:
• El Génesis no es un libro científico, sino teológico. No pretende describir los procesos naturales que dieron origen al mundo, sino el sentido y el propósito de la creación. Por eso, no debemos buscar una concordancia entre el Génesis y la ciencia, sino entender el mensaje que nos quiere comunicar sobre Dios, el hombre y la naturaleza.
• El Génesis no es un libro moralista, sino pedagógico. No pretende imponer normas o leyes, sino enseñarnos las consecuencias de nuestras acciones. Por eso, no debemos juzgar a los personajes del Génesis por sus errores o pecados, sino aprender de sus experiencias y de su relación con Dios.
• El Génesis no es un libro cerrado, sino abierto. No pretende dar respuestas definitivas, sino plantear preguntas y desafíos. Por eso, no debemos leerlo como un texto acabado, sino como un texto vivo, que nos invita a dialogar con él y a descubrir su significado para nuestra vida.
El sentido de la creación
Hemos visto cómo el primer capítulo del Génesis nos presenta la creación del mundo por Dios en seis días, siguiendo un orden y una armonía. Cada día, Dios crea algo nuevo y lo declara bueno, mostrando su poder, su sabiduría y su bondad.
El punto culminante de su obra es la creación del hombre y la mujer a su imagen y semejanza, a quienes les otorga el dominio sobre la tierra y les encomienda cuidarla. El séptimo día, Dios descansa y bendice ese día como el día de reposo, invitando al hombre a participar de su descanso y de su relación.
Así, el primer capítulo del Génesis nos revela el sentido y el propósito de la existencia humana, como hijos de Dios llamados a vivir en comunión con él, con los demás y con la creación.
Aprender más sobre la creación
El Génesis, con su relato de la creación, nos invita a reflexionar sobre nuestra existencia y nuestro propósito en este mundo. Nos recuerda que somos parte de una creación más grande y que tenemos la responsabilidad de cuidarla.
Si te ha interesado este tema y quieres profundizar más, aquí te dejo algunas sugerencias que podrían interesarte:
- «El Génesis: Un comentario exegético y teológico» de Gordon J. Wenham. Este libro ofrece un análisis detallado del primer libro de la Biblia, proporcionando una comprensión más profunda de su contenido.
- «La Biblia desenterrada» de Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman. Este libro presenta una visión arqueológica e histórica de los eventos descritos en la Biblia, incluyendo el Génesis.
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Espero de corazón que estas sugerencias te sean de gran utilidad y te inspiren a seguir explorando y reflexionando sobre estos fascinantes temas. Recuerda, cada libro que abres y cada curso que tomas es una nueva aventura que te espera. ¡Disfruta cada momento de tu lectura y aprendizaje! ¡Hasta la próxima!