Haití: ¿Un Caso de Fracaso Capitalista?

En este artículo, exploraremos la situación de Haití y su relación con el sistema capitalista. Según el Banco Mundial, Haití es el país más pobre del hemisferio occidental, con un ingreso per cápita de 1.149 dólares en 2019. Sin embargo, Haití no siempre ha sido así. De hecho, fue el primer país americano en independizarse de Europa, después de los Estados Unidos, y llegó a ser una potencia económica en el siglo XVIII. Entonces, ¿qué ha pasado con Haití? ¿Es realmente un país capitalista? ¿Por qué ha fracasado el sistema capitalista en este país? En este artículo, analizaremos los factores históricos, políticos y sociales que han contribuido a la situación actual de Haití, y veremos si hay alguna alternativa viable al capitalismo para este país.

El pasado próspero de Haití

Haití fue colonizado por los franceses en el siglo XVII, y se convirtió en la colonia más rica de Francia, gracias a la producción de azúcar, café, algodón y cacao. Estos productos representaban más de un tercio del comercio internacional francés, y hacían de Haití el mayor exportador de azúcar del mundo. La economía de Haití se basaba en el trabajo de más de 500.000 esclavos africanos, que eran sometidos a condiciones inhumanas y brutales por los colonos franceses.

La rebelión y la independencia

En 1804, los esclavos haitianos se rebelaron contra el dominio francés y lograron su independencia, convirtiendo a Haití en el primer país del mundo en abolir la esclavitud y el segundo en América en liberarse del colonialismo europeo, después de los Estados Unidos. Sin embargo, esta independencia tuvo un alto precio para Haití. Francia exigió una indemnización de 150 millones de francos de oro a cambio de reconocer la soberanía de Haití, lo que equivalía a la mitad del presupuesto anual de Francia en ese momento. Haití tuvo que pedir préstamos a bancos franceses y estadounidenses para pagar esta deuda, que no terminó de saldar hasta 1947. Esta deuda supuso una carga insostenible para la economía haitiana, que se vio obligada a recortar la inversión en educación, salud e infraestructura.

El impacto de la independencia en la economía haitiana

Tras la independencia, Haití también tuvo dificultades para comerciar con otros países, debido al aislamiento político y diplomático que le impusieron las potencias europeas y estadounidenses, que temían el ejemplo de una revolución de esclavos. Muchos países se negaron a reconocer la autoridad de Haití y a establecer relaciones comerciales con él. Además, las empresas dedicadas a la explotación agrícola fueron expulsadas y las plantaciones de azúcar, que eran el motor económico del país, fueron desmanteladas. Haití pasó de ser una economía exportadora a una economía de subsistencia, donde la mayoría de las familias cultivaban pequeñas parcelas de tierra para su propio consumo.

El modelo económico de subsistencia

El nuevo gobierno haitiano prohibió las inversiones extranjeras y redistribuyó la propiedad de la tierra entre las familias locales, siguiendo el principio de que cada haitiano debía tener derecho a una parcela de tierra. Este modelo económico se basaba en la autosuficiencia y la soberanía alimentaria, y rechazaba la dependencia de los mercados internacionales y las corporaciones extranjeras. Sin embargo, este modelo también tuvo sus limitaciones y desafíos. Por un lado, la producción agrícola era insuficiente para satisfacer las necesidades de una población creciente, y la falta de infraestructura y tecnología impedía el desarrollo de otros sectores económicos. Por otro lado, el modelo de subsistencia fue amenazado por las intervenciones militares y políticas de Estados Unidos, que buscaba imponer su influencia y sus intereses en Haití.

La intervención estadounidense

Desde el siglo XIX, Estados Unidos ha tenido una presencia e influencia constante en Haití, tanto directa como indirectamente. Entre 1915 y 1934, Estados Unidos ocupó militarmente Haití, y controló sus finanzas, su administración y su política exterior. Durante este período, Estados Unidos impuso reformas económicas que favorecieron a las empresas estadounidenses, y reprimió violentamente cualquier resistencia o disidencia de los haitianos. Después de la retirada de las tropas estadounidenses, Estados Unidos siguió apoyando a dictadores y regímenes corruptos en Haití, como François Duvalier y su hijo Jean-Claude Duvalier, conocidos como “Papa Doc” y “Baby Doc”, que gobernaron el país con mano de hierro entre 1957 y 1986. Estos dictadores se enriquecieron a costa del pueblo haitiano, y violaron sistemáticamente los derechos humanos y las libertades civiles.

La crisis actual de Haití

Tras la caída de los Duvalier, Haití ha vivido una serie de crisis políticas, sociales y económicas, que se han agravado por los desastres naturales, como el terremoto de 2010 y el huracán Matthew de 2016, que causaron miles de muertos y destruyeron gran parte de la infraestructura del país. Haití sigue siendo el país más pobre de América, con un 60% de la población viviendo por debajo del umbral de la pobreza, y un 25% en la extrema pobreza. El país sufre de una alta inflación, una deuda externa insostenible, una dependencia de la ayuda internacional, una corrupción generalizada, una inseguridad crónica, una violencia social y política, y una falta de servicios básicos como la salud, la educación y el agua potable.

¿Hay alternativas al capitalismo para Haití?

Ante este panorama desolador, muchos haitianos se preguntan si el capitalismo es el sistema adecuado para su país, o si hay otras opciones más justas y sostenibles. Algunos sectores de la sociedad haitiana, como los movimientos sociales, las organizaciones campesinas, las cooperativas, las iglesias y las ONG, han propuesto y practicado formas alternativas de organización económica y social, basadas en los principios de la solidaridad, la participación, la equidad, la diversidad y la soberanía. Estas formas alternativas incluyen, por ejemplo, el comercio justo, la economía social y solidaria, la agroecología, la educación popular, la salud comunitaria, el feminismo, el ecologismo y el humanismo. Estas propuestas buscan recuperar y fortalecer la identidad, la cultura y la historia de Haití, y resistir al neoliberalismo y al imperialismo que han dominado el país durante décadas.

“El capitalismo es el asombroso credo de que los más infames de los hombres harán las más infames de las cosas por el mayor bien de todos.” John Maynard Keynes


¿Hay esperanza para Haití?

En este artículo, hemos visto cómo Haití ha sufrido las consecuencias de un sistema capitalista que le ha impuesto una deuda histórica, un aislamiento comercial y una dependencia de la ayuda externa. Haití es un país que ha sido explotado, saqueado y abandonado por las potencias mundiales, que han impedido su desarrollo económico y social. Sin embargo, Haití también es un país que ha demostrado una gran resistencia, una fuerte identidad y una rica cultura. Haití es un país que ha luchado por su libertad, su dignidad y su soberanía, y que no se ha rendido ante las adversidades.

¿Qué puede hacer Haití para salir de la pobreza y el subdesarrollo? ¿Qué alternativas hay al capitalismo para este país? No hay una respuesta fácil ni única a estas preguntas, pero hay algunas pistas que podemos explorar. Por un lado, Haití necesita una reforma agraria que le permita aprovechar sus recursos naturales y garantizar la seguridad alimentaria de su población. Por otro lado, Haití necesita una mayor integración regional con sus vecinos del Caribe, que le ofrezcan oportunidades de cooperación y comercio justo. Por último, Haití necesita una mayor participación democrática de su pueblo, que le permita construir un Estado de derecho, una sociedad civil y una cultura de paz.

Si quieres saber más sobre la historia, la política y la economía de Haití, te recomendamos los siguientes recursos:

  • Haití: Una revolución permanente. Este es un libro del historiador haitiano Michel-Rolph Trouillot, que narra la historia de Haití desde la colonización hasta el siglo XX, con un enfoque crítico y anticolonial. El libro está disponible en español aquí.
  • Haití: De la perla a la miseria. Este es un documental del periodista español Jon Sistiaga, que muestra la realidad actual de Haití, tras el devastador terremoto de 2010, y las causas estructurales de su pobreza y su violencia. El documental está disponible en español aquí.
  • Haití: ¿Qué hacer después del capitalismo?. Este es un curso online de la plataforma Coursera, impartido por el profesor haitiano Camille Chalmers, que analiza las posibles alternativas al capitalismo para Haití, desde una perspectiva ecológica, social y solidaria. El curso está disponible en español aquí.

Esperamos que estos recursos te hayan despertado el interés por conocer más sobre Haití, un país que merece nuestra atención y nuestra solidaridad. Gracias por leer este artículo y hasta la próxima.

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