Canadá es conocido por muchas cosas: su naturaleza, su cultura, su hockey, su jarabe de arce… Pero hay algo que quizás no sepas de este país: su sistema bancario es uno de los más estables y exitosos del mundo. Mientras que otros países han sufrido crisis económicas y financieras a lo largo de la historia, Canadá ha logrado mantenerse a salvo de ellas. ¿Cuál es el secreto de su éxito? En este artículo, te lo contamos.
Un sistema bancario diferente: el oligopolio canadiense
A diferencia de otros países, como Estados Unidos, que tienen miles de bancos, Canadá solo tiene unos pocos. En la actualidad, hay solo 11 bancos en todo el país, y la mayoría de ellos son muy grandes y poderosos. Estos bancos se conocen como los “Cinco Grandes”: el Banco Real de Canadá, el Banco de Montreal, el Banco de Nova Scotia, el Banco Canadiense Imperial de Comercio y el Banco de Toronto-Dominion. Juntos, controlan más del 80% del mercado bancario canadiense.
Este sistema bancario se parece a un oligopolio, es decir, a un mercado dominado por unos pocos vendedores que pueden influir en los precios y las condiciones. Normalmente, los oligopolios se consideran negativos para la competencia y los consumidores, ya que pueden generar precios altos, servicios deficientes y barreras de entrada para nuevos competidores. Sin embargo, en el caso de Canadá, el oligopolio bancario ha resultado ser beneficioso para la economía y la sociedad. ¿Por qué?
La clave está en la historia: la influencia escocesa
Para entender cómo funciona el sistema bancario canadiense, hay que remontarse a sus orígenes. Muchos de los primeros banqueros canadienses eran inmigrantes escoceses, que trajeron consigo la experiencia y la cultura de la banca escocesa. La banca escocesa fue uno de los sistemas bancarios más innovadores y exitosos de la historia, que se desarrolló entre los siglos XVII y XIX.
Los bancos escoceses tenían dos características principales: emitían su propio dinero y publicaban sus cuentas. Los bancos escoceses imprimían sus propios billetes, que podían ser intercambiados por oro en cualquier momento. Esto les permitía adaptarse a las necesidades de la economía, creando más o menos dinero según la demanda. Además, los bancos escoceses tenían que demostrar su solvencia y su transparencia, publicando sus balances y sus reservas de oro de forma periódica. Esto generaba confianza en los clientes y en el mercado, y evitaba el riesgo de quiebra o de pánico bancario.
Estas dos características se trasladaron al sistema bancario canadiense, que adoptó el modelo escocés de banca libre. Los bancos canadienses emitían su propio dinero respaldado por activos, en lugar de por deuda del gobierno, como en Estados Unidos. Esto les daba más flexibilidad y autonomía para gestionar el dinero, y les hacía más responsables y prudentes. Los bancos canadienses también tenían que publicar sus cuentas y someterse a auditorías externas, lo que les obligaba a mantener unos niveles de capital y de liquidez adecuados.
La ventaja de la flexibilidad y la prudencia: el éxito frente a las crisis
Gracias a estas características, el sistema bancario canadiense ha demostrado ser muy eficiente y resistente frente a las crisis económicas y financieras. Mientras que otros países han sufrido episodios de inflación, deflación, recesión, depresión, quiebra bancaria, rescate público, etc., Canadá ha logrado mantener una estabilidad y un crecimiento sostenidos.
Por ejemplo, durante la Gran Depresión de los años 30, Estados Unidos perdió más de 9,000 bancos, mientras que Canadá no perdió ninguno. Durante la crisis financiera de 2008, Estados Unidos tuvo que rescatar a varios bancos con fondos públicos, mientras que Canadá no tuvo que hacerlo. De hecho, el Fondo Monetario Internacional calificó al sistema bancario canadiense como el más sólido del mundo.
¿Qué beneficios tiene este sistema bancario para los canadienses?
El sistema bancario de Canadá no solo ha sido bueno para la economía, sino también para los ciudadanos. Al tener un sistema bancario estable, seguro y eficiente, los canadienses pueden disfrutar de varios beneficios, como:
• Acceso a créditos y servicios financieros a precios razonables y competitivos. Los bancos canadienses ofrecen una amplia gama de productos y servicios financieros, como cuentas de ahorro, tarjetas de crédito, hipotecas, préstamos, inversiones, seguros, etc. Estos productos y servicios tienen tasas de interés y comisiones relativamente bajas, lo que facilita el acceso al crédito y el ahorro de los canadienses.
• Protección de sus depósitos y ahorros. Los bancos canadienses están sujetos a una estricta regulación y supervisión por parte del gobierno y de las autoridades financieras, lo que garantiza su solvencia y su transparencia. Además, los depósitos de los clientes están asegurados por el gobierno hasta un límite de 100,000 dólares canadienses por entidad, lo que significa que los canadienses no perderían su dinero en caso de quiebra bancaria.
• Contribución al desarrollo económico y social del país. Los bancos canadienses son uno de los principales motores de la economía canadiense, ya que financian el crecimiento de las empresas, el comercio, la innovación, la infraestructura, etc. También apoyan el desarrollo social del país, mediante la creación de empleo, el pago de impuestos, la inversión en educación, la responsabilidad social corporativa, etc.
Descubriendo más allá
El sistema bancario canadiense es un ejemplo fascinante de cómo una estructura financiera puede ser resistente y exitosa. Pero, ¿qué pasa si quieres aprender más sobre este tema? Aquí hay algunas sugerencias que podrían interesarte:
- «The Bank: The Birth of Canada’s Central Bank» por Stephen Leacock. Este libro ofrece una visión detallada de la historia del sistema bancario canadiense y su evolución a lo largo del tiempo.
- «The Ascent of Money: A Financial History of the World» por Niall Ferguson. Este libro ofrece una perspectiva global sobre la historia financiera, incluyendo el sistema bancario canadiense.
- Curso en Coursera: «Financial Markets» por Robert Shiller. Este curso ofrece una introducción a las finanzas, incluyendo los sistemas bancarios y cómo funcionan.
Además, si estás interesado en la economía y las finanzas, podrías considerar “Monopoly: The World’s Most Famous Game & How it Got that Way” por Philip E. Orbanes. Este libro ofrece una visión fascinante de cómo los juegos pueden reflejar y enseñar conceptos económicos.
Espero que estas recomendaciones te sean útiles y te inspiren a seguir explorando el fascinante mundo de la economía y las finanzas. ¡Feliz lectura y aprendizaje!